Los Latin Grammy más allá del reggaeton, pues sí, hay vida

La noticia saltaba justo después de conocerse las nominaciones a los Latin Grammy, los Grammy Latinos. El reggaeton quedaba fuera de las principales categorías, canción y disco del año, porque en álbumes, no había prácticamente opciones. Y entonces comandados por Daddy Yankee artistas del género como Nicky Jam, Karol G, J Balvin, o el lamento de Maluma, copaban los titulares al grito de Sin Reggaeton, no hay Latin Grammy.

Vamos por partes, es obvio que el reggaeton domina la escena latina desde hace unos años, casi diríamos que es a nivel mundial. Tienes que haber estado bajo tierra para no darte cuenta. Lo hace en todo Latinoamérica, España y en los Estados Unidos colocan multitud de canciones en el Billboard Hot 100 y cuando se juntan artistas como Daddy Yankee, J Balvin, Bad Bunny y otros, con artistas americanos, el éxito está asegurado.

En YouTube sus vídeos arrasan, en 2019 el #1 es Con Calma, el #2 Calma remix, el #3 Con Altura y el #4 Secreto. Bien es verdad que YouTube no tiene registro y que en Latam el consumo es masivo, pero no esconde que la música se consume y se oye. En España es exactamente igual, el género domina desde hace ya casi 3 años y apenas deja espacio a las canciones anglosajonas o españolas.

Ahora que hemos establecido que su música se consume, analizamos el siguiente punto. ¿Por vender o tener éxito deben estar nominados? No, nadie dice que no tengan su parte de razón en la queja como otros artistas también se pueden quejar de lo mismo, no estar nominados. Pero no desde luego en la forma, quizás en el fondo, pero no cómo se ha transmitido, dando a entender que el resto de géneros está por debajo y no es así.

La clave si ellos no la conocen, aquí se lo decimos. Los Grammy latinos no nominan por ventas o éxitos, por supuesto tiene su importancia no hay que negarla, pero entran también en liza otros factores como la calidad, el artista, qué tipo de música hace, todo cuenta. Los Grammy latinos como sus mayores en eso son exactamente iguales. Las discográficas presentan los trabajos, hay opción de que un artista lo presente de manera individual, pero básicamente son las discos las que lo hacen, cumpliendo escrupulosamente las condiciones para cada categoría en forma y tiempo.

Las discográficas estudian en qué categorías pueden funcionar mejor los trabajos de sus artistas y luego seleccionan dónde va cada uno, no todos van a todo. Los trabajos deben ser en español o portugués y para los álbumes, aquellos que tengan más del 51% en cualquiera de esas dos lenguas. También pueden ser considerados trabajos en catalán, guaraní e incluso quechua. Eso en 1999 cuando se configuraron los premios fue un problema, por artistas denominados latinos y que cantaban en inglés, y que en la primera edición en 2000, no fueron considerados.

La elección corre a cargo de la Academia de la grabación latina que nace la Academia latina de las grabaciones artes y ciencias que se creó en 1997 y fue la génesis de los primeros Grammy latinos en 2000. Luego hay un proceso de votaciones en los que no todos los miembros votan en todas las categorías y salen los nominados en cada categoría. Si en una categoría por ejemplo de 5 artistas, hay un sexto que está empatado con el quinto, esa categoría tiene 6 nominados, al igual que se pueden dar dos ganadores.

Los Grammy no se tiran piedras a su cabeza, el reggaeton quizás solo está nominado en las categorías del género, pero una de las que se queja, el año pasado fue la mejor nuevo artista, Karol G. Daddy Yankee en 2017 se llevó 4, bien es verdad que por Despacito y Maluma obtuvo 7 nominaciones y el año pasado ganó con FAME al mejor álbum de pop contemporáneo contra todo pronóstico. Artistas como J Balvin o Nicky Jam tienen varios Grammy latinos. El problema no reside en si una música es despreciada o no, porque no lo es.

El problema, si es que es un problema, es que al igual que sus mayores los Grammy son enormemente conservadores, lo han sido siempre y lo siguen siendo. Por eso el año pasado J Balvin tenía 7 nominaciones y el tirunfador fue Jorge Drexler con tres premios, porque eso pasa y no por vender mucho obtienes muchas nominaciones. No sé qué pensaría Ed Sheeran cuando oyó las nominaciones en los Grammy de hace un par de años, por el feo que le hicieron con Divide y Shape of you, eso sí fue de juzgado de guardia.

Cuando en 1959 nacieron los Grammy, los generales, el rock and roll dominaba la escena americana, y los triunfadores fueron Domenico Modugno, Henry Mancini, Frank Sinatra o Ella Fitzgerald por poner un ejemplo. Ni rastro del rock, ni rastro de un tal Elvis Presley.

En 1976 Paul Simon cuando subió para recoger su premio al álbum del año por Still crazy after all these years, agradeció públicamente a Stevie Wonder que no hubiera publicado ese año ningún disco. La leyenda había ganado los dos años anteriores la categoría por Fulfillingness’ First Finale en 1975 y en 1974 por Innervisions. Curiosamente en 1977 Stevie Wonder lo volvió a ganar por su obra magna, Songs in the key of life.

En 1991 Phil Collins era el gran favorito, tenía 8 nominaciones y su álbum …But seriously había arrasado, y a nadie le hubiera extrañado que ganara todo o casi a todo a lo que estaba nominado. Pasadas las 5 de la mañana hora española y con todos los premios entregados, exceptuando el Record of the Year, Phil Collins no había ganado ninguno y Quincy Jones llevaba 6. Finalmente ese último premio fue para Another day in paradise y cuando Collins subió a recogerlo lo miró y dijo, menos mal que me lo habéis dado, porque si no, no me dejan entrar en casa.

Siempre me gusta poner estos dos ejemplos cuando me dicen que los Grammy son racistas, al hilo de las quejas continuas de los artistas de rap y hip-hop. Es verdad que los premios han tardado quizás demasiado en reconocer un género o estilo, que es claramente el dominador en los Estados Unidos y en buena parte del mundo, por el gran consumo de streaming en los últimos años. Pero antes que los Post Malone, Kanye West, Drake o Kendrick Lamar, estuvieron NWA, Doctor Dre, Tupac, Jay Z, The Notorious BIG o Eminem y nadie se quejó de sus no nominaciones, y los cuatro primeros no les llegan a la suela de los zapatos a los últimos.

Pero no es menos cierto que las cantantes femeninas se podían sentir exactamente igual de excluidas, por la diferencia de nominaciones que reciben cada año, en comparación con los hombres y no nos engañemos, muchos años su música es bastante superior y sin premio.

Volviendo a los Grammy latinos, Residente y Eduardo Cabra son los grandes dominadores con 24 premios, seguidos de Juanes y Calle 13 con 22. Juan Luis Guerra y Alejandro Sanz tienen 18 y la primera mujer es Shakira con 12. No me digan que la diferencia entre hombres y mujeres no es abismal, pero los que ganan nos da una idea los gustos de la Academia.

Es decir son conservadores, no les gustan las sorpresas. El reggaeton tiene sus detractores, por sus letras, por los directos pregrabados y llenos de autotune, por su supuesta falta de calidad, pero era lo mismo que se decía del rock and roll en 1959. No quiere decir eso que en la siguiente edición sea todo reggaeton, pero al igual que en 1959 cuando el rock fue excluido, había más música además del rock, como pasa ahora dentro de la música latina. Y el rock no solo sobrevivió, sino que fue la música que se impuso como género dominante. 

Los Grammy latinos terminarán nominando a los Ozuna, Anuel Aa y Bad Bunny de turno en las categorías llamadas reinas, pero desprestigiar al resto de la música latina, diciendo que sin reggaeton no hay Latin Grammys no es el camino.

Los Grammy latinos no olvidemos también que son premios americanos, lanzados en 2000 por el entonces espectacular aumento del poder latino musical en los Estados Unidos propiciado por los más de 50 millones de hispanohablantes que había en USA. Y por la aparición de estrellas como Enrique Iglesias, Ricky Martin, Alejandro Sanz o Jennifer Lopez a finales de los años 90.

Pero antes estuvieron los Luis Miguel, Marco Antonio Solís, Gloria Estefan, Thalía, Juan Luis Guerra, que en los años 80 y 90 lucharon porque su música fuera reconocida más allá de unas categorías en los Grammy grandes. Al igual que lo hicieron los pioneros como Juan Gabriel, Julio Iglesias, Celia Cruz, Vicente Fernández, Rocío Dúrcal, o Camilo Sesto.

Decir que ese trabajo y esfuerzo que culminó en la primera edición de los Grammy latinos queda reducido a ser meros comparsas por el reggaeton, como decimos no es justo. El reggaeton ahora mismo domina la escena latina, pero al igual que con la música negra o el hip-hop, o el rock and roll en las primeras ediciones, los Grammy no son racistas, ni viven ajenos a la realidad, pero son lentos y conservadores.

Todo llegará, nadie duda que seguirán durante muchos años, pero la música latina es mucho más, el #SinReggaetonNoHayLatinGrammy no cuela, no son el centro del mundo. La queja de Maluma diciendo que le ha puesto mucho trabajo al disco es absurda, ¿el resto de artistas no ha puesto también trabajo e ilusión en su disco?

Reconociendo como hemos hecho, que quizás podían haber tenido más nominaciones, al final esto son los Grammy, para bien o para mal y esto siempre ha pasado. Y nunca olviden una cosa, los premios no definen una carrera.