Cepeda evoluciona hacia un sonido mucho más rico, manteniendo su esencia en las letras. ‘Con Los Pies En El Suelo’ es un disco superior en todos los sentidos

He de confesar que he disfrutado escuchando Con los pies en el suelo. Los que leéis habitualmente las pocas, pero escogidas reviews de álbumes que hacemos, sabéis que se hacen 2 escuchas, una siguiendo el orden del disco, y luego otra aleatoriamente, para ver cómo aguantan los termas sin orden. En ambas escuchas el disfrute ha sido parecido.

Es Con Los Pies en el Suelo, el segundo álbum de Cepeda, un álbum superior a Principios, contando dentro de Principios Nuestros Principios. El disco funciona con prácticamente las 12 canciones, es un disco homogéneo, con baladas, medios tiempos y alguno algo más desatado, y que pedía casi más contundencia. Pero en definitiva es un disco superior.

Cepeda ha mejorado notablemente en todo. Sigue manteniendo la intensidad en las letras, esa composición milimétrica marca de la casa, que se ve en Si tú existieras, quizás la balada del disco (canción preferida de Cepeda), en Da media vuelta hablando del bullying, o en Desayuno con diamantes hablando del maltrato.

Pero Con los pies en el suelo es mucho más. Abre el disco el nuevo single, la canción que da título al disco. Es un puñetazo en la mesa, una canción que en directo pide a gritos un 1 minuto mínimo más de desmadre. Rock en esencia, rock español y disfrute completo, con un vídeo realmente inspirado y esa imagen del cantante con el cigarro en la boca, que ya no te quitas de la cabeza.

Gentleman es la siguiente canción del disco y fue el primer single, y el primer picotazo en el que aprecias que algo ha cambiado. Con los pies en el suelo explora nuevas músicas, nuevos sonidos. No es que Cepeda haya inventado nada, pero recoge sin duda otra musicalidad que no había explorado así en Principios. David Santisteban tiene mucho que decir en ello, co-compone con Luis la mayoría de canciones del disco y produce.

Un apunte, una de nuestras canciones favoritas del disco es Sirenas, con una batería que lleva en volandas a la canción, con un final muy ochentero y en la que Cepeda en esta ocasión ha colaborado con John Caballés. No en vano John también es el productor y co-compositor de Si tú existieras.

Pegadita es otra de las novedades en sonido del cantante, delicada al principio, coge fuerza y tiene un interlude instrumental notable. Desayuno con diamantes y La novia de Rubén por concepto, son las dos canciones más ochenteras del disco. La primera con un sonido diferente, pop medio tiempo de manual, y La novia de Rubén, una canción que hubieran firmado sin problemas los mejores Hombres G.

Antípoda y Acordes menores son otras dos baladas marca de la casa. Sin embargo Acordes menores, con ese piano, con ese Que paren el mundo que yo me bajo contigo, es Cepeda en estado puro y otra fan fav.

Dejamos las dos colaboraciones para el final, Salí a buscarte con Funambulista es muy Funambulista más que Cepeda, pero nuestra favorita es 2007 junto a David Otero.

Es Otero un compositor de altura, un cantante notable, y sobre todo el contrapunto perfecto a Luis. En la canción David dobla la voz de manera perfecta, en un tema pop puro delicioso.

En definitiva, gran disco, muy recomendable para disfrutar 40 minutos, musicalmente hablando a un nivel impecable, más rico y en el que Luis Cepeda confirma que estamos ante un artista, que a poco que complete un tercer disco como mínimo al mismo nivel, tenemos uno de los artistas con un futuro más claro dentro del panorama musical español.