He de confesar que estoy harto de entregas de premios, de premiaciones como gustan llamarlas ahora. No vi la gala de los Latin Grammy 2020, y casi mejor, porque menudo cuadro por favor.
Lo normal sería hacer una crónica, contar lo que pasó, dar los ganadores, resaltar que Alejandro Sanz, Rosalía, Daniel Minimalia o Antonio Rey, fueron artistas españoles que ganaron.
Que Alejandro se llevó el premio más importante, la grabación del año, o que Rosalía lleva 8 premios en 3 años. Pero no, lo siento, no podemos hablar de eso, tenemos que hablar del descalzaperros que son estos premios, de lo dudoso que es llamarlos los mejores premios de la música latina.
No estoy casi nunca de acuerdo con los premios, se llamen Grammy, Brits, Aria, Juno o el que sea. Pero siempre intento encontrar un punto medio.
Soy de los que piensa que tener más o menos premios, no te hace tener más o menos calidad frente a otro artista, al igual que el vender o tener más streaming, no te hace ser mejor o peor artista que otro.
Pero es verdad que cada día más, vivimos en una sociedad que se marca por los logros numéricos que se consiguen y tener un Latin Grammy te da visibilidad, aunque sea cómo los entregados la pasada madrugada.
Cuando tienes unos premios, con una Academia detrás, los nominados y luego los ganadores deben tener una base, que aunque sea discutible, pero que tenga un pase, que el premio no chirríe.
Si tus categorías top son 4, y te equivocas prácticamente en todas, hay un problema. Tampoco nos engañemos, son las categorías que importan, el resto sirve para hacer número, para hacer bulto, aunque sean también importantes.
¿Pero cuáles ha sido los descalzaperros de la edición? Vamos con el primero utilizando la historia, cuando Whitney Houston ganó el Grammy a la grabación del año por I Will Always Love You en 1994, muchos se quejaron, no porque realmente no fuera la canción favorita, sino porque era una versión de una canción de Dolly Parton.
Con lo que la Academia decidió al igual que los Oscar con sus premios musicales, que las canciones tenían que ser originales para optar a los premios y así ser más justos.
Tras 21 ediciones en los Latin Grammy, a nadie se le ha ocurrido cambiar esto. Ya era anacrónico que Contigo de Alejandro Sanz, fuera nominada, pero que una versión de un tema de Joaquín Sabina gane el premio es ya surrealista. Además, en la grabación del año el premio ni siquiera es para el compositor de la canción.
Queremos a Alejandro, pero la grabación del año nunca puede ser la versión de una canción. Para analizar sin duda.
El álbum del año ha sido Un Canto por México Vol.1 de Natalia Lafourcade, el disco está bien, nos gusta Natalia, pero un disco que solo ha funcionado en México, que solo se lanzó en digital, ¿es el álbum latino del año? ¿Y no lo es el de Bad Bunny?, ¿el de Camilo? ¿el de J Balvin? No parece muy acertado tampoco. Sobre todo cuando lo que vendes es algo global. Y sí, sabemos que la calidad cuenta, pero no.
Por cierto, esta categoría de álbum del año tiene un problema mayor todavía, en general todas las top, ¿realmente esto es lo mejor del año? ¿Dónde están los artistas argentinos? Simplemente por poner un ejemplo, verdaderos dominadores del último año, a base de talento, talento y talento.
La canción del año ha sido René de Residente, no la hubiéramos elegido y eso que nos gusta mucho, pero hay que reconocer que sí es una de las canciones del año. Tusa, El Mismo Aire o Tutu, han sido éxitos mucho más claros, pero aquí podemos decir como hemos dicho antes, que sí tiene más de un pase.
Y vamos claramente al descalzaperros número 1 de la noche. Mejor nuevo artista ¿Mike Bahía? ¿en serio? ¿esto es una broma pesada?
Con todos los respetos para Mike Bahía, si ya la categoría no hay por dónde cogerla, con las nominaciones como la del propio Bahía o Anuel Aa en el concepto de nuevo artista, si tienes a Cazzy, Rauw Alejandro, el propio Anuel Aa, Nicki Nicole o Nathy Peluso, el mejor nuevo artista no puede ser nunca… Mike Bahía.
Porque miembros de la Academia, vamos a dejar ya de marear con esta categoría. Todo estaba clarísimo hasta que los Grammy mayores decidieron dar el Grammy al mejor nuevo artista a Jody Watley en 1988. Porque claro los años en Shalamar con millones de discos vendidos, no valían.
Luego llegaron Milli Vanilli, y al final para salvar la categoría, decidieron que optara al premio todo artista que durante ese año, hubiera tenido un reconocimiento real por primera vez.
Algo que aquí también se han pasado por el forro, porque Anuel, tú en 2018 nunca publicaste Real Hasta La Muerte.
Por cierto, sesudos miembros de la Academia, Tusa fue con diferencia la canción latina del año, sus premios son 0. No hay más preguntas señoría.
Lista de ganadores de los Latin Grammy 2020 aquí
