Fallece a los 73 años, Jonathan Demme, director de ‘El Silencio de los Corderos’ y ‘Philadelphia’

Ha fallecido a los 73 años en Nueva York, el cineasta, director, guionista y productor Jonathan Demme. El director tenía cáncer de esófago, y problemas cardíacos.

Demme saltó a la popularidad por dirigir El silencio de los Corderos en 1991, por el que ganó el Oscar a la mejor dirección. Pero Demme hizo mucho más, nacido en Baldwin, Nassau County, Nueva York, el 22 de febrero de 1944, trabajó con Roger Corman de 1971 a 1976, co-escribiendo y produciendo Angels hard as they come y The hot box. Dentro del estudio de Corman, dirigió sus tres primeras películas Caged heat, Crazy mama y Fighting mad.

Su siguiente película en 1977 fue para la Paramount, Handle with care, aunque tuvo buena críticas no funcionó en la taquilla. Sin embargo su siguiente película, Melvin (and Howard), le dio un éxito inesperado, al ser alabada por la crítica e incluso permitiendo a Mary Steenburgen, ganar un Oscar a la mejor actriz de reparto.

El éxito le permitió rodar una película de prestigio, ambientada en la II Guerra Mundial, con Goldie Hawn, Kurt Russell y Ed Harris. Sin embargo la película no funcionó en parte por la diferencia de criterios sobre la película entre Demme y Hawn. Después del relativo fracaso, Demme abandonó Hollywood para hacer la película Stop making sense junto a Talking Heads, basada en un concierto del grupo.

Sin embargo en 1986 regresó con Something wild, Algo salvaje, una película con Jeff Daniels, Melanie Griffith y Ray Liotta, aunque no terminó de funcionar en la taquilla la película hoy en día, sigue siendo una película de culto. En 1988 estrenó Casada con la mafia, Married to the mob. La película a la mayor gloria de Michelle Pfeiffer, tenía un reparto de impresión en la época, con Matthew Modine, Dean Stockwell, Mercedes Ruehl y Alec Baldwin. Fue su primer éxito tanto de crítica como de taquilla, recaudando el doble del presupuesto.

Y entonces llegó El silencio de los corderos, con Anthony Hopkins y Jodie Foster. El thriller se convirtió en una obra maestra, que consiguió una cifra en taquilla de casi 300 millones de dólares, mucho para una película en 1991, pero sobre todo porque no era para todos los públicos. De hecho hizo 15 veces su presupuesto y consagró para siempre a los dos actores, aunque ambos ya eran bastante populares.

Además la película se convirtió en la tercera y última película que ha ganado el Oscar a la Mejor Película, Director, Actriz, Actor y Guion, en este acaso adaptado. Solo Sucedió un noche de 1934 y Alguien voló sobre el nido del cuco en 1975, lo habían hecho antes. De hecho es la única película considerada de terror, en ganar el premio a la mejor película en los Oscar. Y solo la tercera en ser nominada en la categoría, tras El exorcista en 1973 y Tiburón en 1975.

Tras el éxito de la película, Demme encadenó uno incluso mayor con Philadelphia. La película de 1993 se metía de lleno en uno de los problemas que más preocupaban entonces al mundo, el SIDA. La película como vehículo de lucimiento cuasi personal de Tom Hanks, consiguió no caer en la lágrima fácil y recibió el aplauso de la crítica, al ser una de las primeras películas con actores de relieve, además de Cruise, Denzel Washington, Jason Robards, Mary Steenburgen, y un jovencísimo Antonio Banderas, en reconocer la homosexualidad, el SIDA y la homofobia.

La película supuso el Oscar para Tom Hanks y para Bruce Springsteen por la canción Streets of Philadelphia. Sin embargo, aunque Demme siguió haciendo películas, Beloved, The truth about Charlie, The Manchurian Candidate, no sería hasta el drama, Rachel getting married, película de 2008 en la que dirigió a Anne Hathaway y Rosemarie DeWitt, que no volvió a recibir al apoyo incondicional de la crítica.

A pesar del cáncer, se mantuvo activo hasta prácticamente este año, cuando dirigió el sexto episodio de la serie Shots fired, Hour six: The fire this time y que casualidades de la vida, se estrena hoy mismo en los Estados Unidos. El director también tuvo una extensa relación con la música, y además de su trabajo con Talking Heads, trabajó con Neil Young, Justin Timberlake, New Order o Bruce Springsteen. Llegó a estar relacionado sentimentalmente en los 80, brevemente, con la cantante Belinda Carlise, una de las estrellas de la época, que apareció en su película Swing shift.

Su última película llegó en 2015, Ricki and the flash, con Meryl Streep y Kevin Kline.