Love Takes Time- Mariah Carey (1990)

Mariah Carey publicó su segundo single, Love takes time el 11 de septiembre de 1990, tras el éxito de Vision of love, 4 semanas #1 en los Estados Unidos. Se optó por continuar con otra balada y encadenar un nuevo éxito de su disco debut, Mariah Carey.

La canción estaba compuesta por la propia Mariah Carey junto con Ben Margulies y producida por uno de los clásicos de entonces, Walter Afanasieff. La canción de nuevo con la pérdida del amor y con la consigna de que el tiempo lo cura todo, fue un nuevo éxito, subió en las listas hasta el #1, estando 3 semanas en lo más alto en US el 10 de noviembre de 1990.

La canción fue la última en incorporarse al disco, de hecho el disco estaba terminado cuando decidieron meter el tema. Incluso en las primeras ediciones del disco que salieron de imprenta, la canción no aparece en el disco en los track list y en el libreto, pero sin embargo sí aparece cuando pones el CD. En la primera reedición del disco Sony arregló la situación.

Walter Afanasieff tuvo que producirla en 2 días para poder meterla finalmente en el disco, fue el tema 11 de 11 canciones. Tommy Mottola quedó tan impresionado de su trabajo, que le dieron un puesto para que siguiera trabajando en el sello. Afanasieff fue uno de los productores de más éxito en los 90 culminando en 1999 cuando ganó el Grammy a disco del año por My heart will go on de Celine Dion. Pero decenas de artistas, como Whitney Houston, Michael Bolton, Lionel Richie, Destiny’s Child, Kenny G o Toni Braxton, han pasado por sus manos.

El tema aunque triunfó en los Estados Unidos no lo hizo fuera como lo hizo el primero, Vision of love. Mucha gente erróneamente piensa que el primer disco de Mariah Carey fue un éxito y es su disco más vendido, y de hecho lo fue, fue un éxito, pero no es ni su disco más vendido ni de cerca, es el cuarto más vendido de toda su carrera a pesar de las cifras. El primer trabajo de Mariah Carey triunfó, vendió más de 15 millones en todo el mundo, y de ellos 10 en los Estados Unidos. Fue #1 en US y #6 en UK. Esta canción por ejemplo solo llegó al #37 en UK.

El video está grabado en blanco y negro y lo dirigieron Jeb Brien y Walter Mases, roadado en la playa de Venice en Los Ángeles. La canción hoy en día sigue siendo una de las clásicas en los conciertos de la artista y ha aparecido en varios recopilatorios de la cantante. La canción consolidó a Mariah Carey como una gran estrella en los Estados Unidos, unos años después lo sería ya en todo el mundo.