Big Machine Records y Dick Clark Productions han emitido un comunicado para que los artistas puedan cantar sus canciones en cualquier evento en vivo, incluyendo los American Music Awards. Esto automáticamente hace que Taylor Swift pueda cantar sus viejos éxitos el próximo 24 de noviembre en la gala, donde la cantante ha sido nombrada artista de la década.
Tras la polémica de los últimos días, cuando la cantante denunció que su antigua discográfica Big Machine a través de Scott Borchetta y Scooter Braun, nuevo dueño del sello, prohibían que esta pudiera cantar sus antiguos temas, las cosas se han movido rápido para que la cantante pudiera hacerlo, emitiendo un confuso comunicado que en realidad lo que dice es que todos los artistas pueden cantar lo que quieran.
El comunicado emitido por su antigua discográfica y los productores de los premios, permitirá a la cantante cantar sus viejos éxitos de Big Machine, que son todos salvo el último álbum Lover, que ya no pertenece a Big Machine. Este sello posee todos los derechos de los álbumes anteriores de Tayor Swift, y la cantante de momento no ha podido llegar a un acuerdo para poder comprar el catálogo y piensa volver a grabarlos el año que viene.
El acuerdo al que han llegado como hemos dicho realmente no menciona a Swift, sino que lo que anuncian es que han llegado a un acuerdo de licencia, en el que las actuaciones de sus artistas están autorizadas para transmitir en el programa y retransmitirlo en plataformas mutuamente aprobadas por Big Machine Label Group y Dick Clark productions e incluye las próximas actuaciones en los American Music Awards.
El comunicado dice que los artistas no necesitan la aprobación de sus sellos para actuaciones en directo en televisión u otro medio en directo. La aprobación del sello solo es necesaria para las grabaciones audiovisuales de los artistas contratados y para determinar cómo se distribuyen esas obras. Es decir todo bastante enrevesado y para decir que lo que realmente importa es que la cantante podrán cantar sus viejos éxitos.
En los últimos días además las acusaciones han subido de tono, diciendo el sello que la cantante les debe adelantos y el mánager de la cantante ha respondido, que después de una auditoria, es el sello realmente el que debe dinero a la cantante, alrededor de 8 millones de dólares en atrasos por royalties.
