Ha pasado una semana desde que se anunció que Spotify había cerrado el acuerdo con Warner Music. El acuerdo se unía a los que previamente había cerrado la plataforma con Sony Music y con Universal, que fue la primera con lo cerró. Esto significa que la plataforma ya tiene cerrado el acuerdo con las tres majors, que entre otras cosas significaría que la plataforma sueca, puede salir a bolsa. La música seguía en la plataforma, pero los contratos con las discográficas estaban caducados, y Spotify tuvo que renegociar, los tres.
El acuerdo con Universal se cerró en abril, y en julio se cerró el de Sony. Aunque como en los dos casos anteriores, no se ha hecho público los términos del contrato, se supone que incluirá el que ciertos álbumes se puedan lanzar solo en el servicio premium y luego pasen al freemium, al cabo de dos semanas, una de las grandes quejas de los artistas, la parte freemium del servicio, a la que Spotify no quiere renunciar, y que lleva anuncios y menos servicios.
También se contemplaría la reducción del revenue que recibe la discográfica y que pasaría del 55 al 52% y que los singles quedarían fuera de la ventana premium y siempre estarían a disposición de todos los usuarios.
Warner ha celebrado el acuerdo, en los mismos términos de alegría que sus dos antecesores, diciendo que ayudará al crecimiento de la major y a conectar a millones de artistas con sus fans. Warner podría haber conseguido además que sus artistas no estén con los famosos fake artists de la plataforma, aquellos artistas que utilizan pseudónimos y compiten por el mismo espacio en las playlists. Aunque los datos siguen siendo confusos en los términos, se confirmaría un posible escalado de reducción del revenue que paga Spotify, a medida que el servicio vaya creciendo.
La gran pregunta ahora, es si después que la plataforma de Daniel Ek dijera públicamente en 2016, que quería salir a bolsa, lo hará. Valorada en 13.000 millones de dólares y aunque sus ingresos rozan los 3.000 millones anuales y creciendo, la plataforma no es rentable y perdió el año pasado más de 600 millones de dólares.
La plataforma sigue creciendo en usuarios Premium, más de 60 millones, que disfrutan de música sin cortes publicitarios, escuchan las canciones sin limitación, y lo pueden hacer aunque no estén conectados a internet. ¿Saldrá a Bolsa? No está claro, se habla de febrero de 2018, pero debería reducir las pérdidas.
La gran ventaja de la plataforma sueca es el enorme dominio del modelo fundamental hoy en día en la música, el streaming. Spotify tiene 140 millones de usarios, y su gran objetivo es convertir a esos 80 millones en freemium. Pero probablemente no lo pueda hacer, ya que un porcentaje importante de los freemium, son los premium de Deezer, Tidal y sobre todo Apple Music, donde no existe el modelo free.
Apple Music es el segundo mercado con 30 millones de usuarios premium, aunque la cifra es de hace algunos meses, y probablemente estén ahora más cerca de los 35 millones. La diferencia de Apple con Spotify, es que la plataforma de Tim Cook no tiene problemas de financiación. Ellos fueron los que rompieron el mercado en 2003, cerrando los primeros acuerdos digitales con las discográficas, dándoles porcentajes muy superiores a los lógicos y prácticamente, haciendo imposible que existieran competidores, al lanzar iTunes. La plataforma de descargas digitales, hoy en día sobrevive casi en exclusiva, como la única plataforma de descarga digital, en singles y álbumes.
La fortaleza de Spotify es su integración rápida, y el no tener que estar asociada a la exclusividad de la que siempre hace bandera Apple, pero el core de Apple no es la música, son sus dispositivos, y el core de Spotify sí es la música. Salir a bolsa, podría ser una manera de conseguir líneas de crédito y financiación para la plataforma.
Lo que si es cierto, es que con la preponderancia de Spotify en el streaming hoy en día, pero sobre todo sabiendo que las listas de éxitos, prácticamente en más de medio mundo, se hacen con el streaming como base fundamental, y que Spotify básico en esa ecuación, es difícil que las propias discográficas no mantengan a la plataforma sueca y que esta siga encontrando líneas de ingreso, aunque de momento no salga a bolsa, ni sea rentable. Lo cierto es que ahora mismo, la música no podría sobrevivir sin Spotify.
